Nuestro más profundo agradecimiento a todos los profesionales de la salud, médicos, farmacéuticos, enfermería, personal administrativo, auxiliares, etc.; que con su esfuerzo y dedicación consiguen cada día, en los momentos difíciles de la vida, cuando la salud nos falla, hacernos sentir el calor humano que tantas veces perdemos a causa del acelerado del ritmo de vida que se viven en estos tiempos.
Sin duda alguna, uno de nuestros bienes más preciados es la salud, y en ocasiones no la valoramos lo suficientemente hasta que esta falla.